“Cáritas me ha aportado más a mí que yo a ellos”
María del Carmen Saracho es una voluntaria de Cáritas Diocesana de Almería, que un día, hace ya 9 años, decidió dirigirse hacia la puerta de Cáritas Diocesana y ofrecerse como voluntaria. Es un gran ejemplo de mujer entregada a los demás y que no pierde la ilusión por aprender y por ayudar a los demás.
¡Qué gran día cuando viniste personalmente a Cáritas Diocesana!
Pues sí, yo llegué aquí a Cáritas Diocesana porque siempre me ha gustado poder ayudar a los demás; pero mi trabajo y mis tareas como ama de casa no me lo permitían. El momento oportuno llegó cuando me jubilé y pude empezar a prestar mi ayuda como voluntaria, hace 9 años.
En tu caso, no vienes de ninguna Cáritas Parroquial.
No, yo cuando pude, vine directamente aquí, a Cáritas Diocesana. Yo no tenía conocidos pertenecientes a las Cáritas parroquiales que me hablasen de Cáritas, fue más bien una decisión mía, particular.
Entonces decidiste elegir Cáritas para ser voluntaria.
Sí, elegí Cáritas porque me llamaba mucho la atención todo lo que hacía y sigue haciendo, la ayuda que presta, todo lo que escuchaba sobre su labor que acabó por acaparar todo mi interés.
Entiendo que recién llegada a Cáritas cómo voluntaria te formaron para ello.
Lo primero que hice fue un cursillo de formación para voluntarios. Nos explicaron toda la labor que realiza Cáritas, las prestaciones y los distintos tipos de ayudas de las que disponen para las personas que acogemos.
Entonces en tu primer día ya estabas preparada completamente.
En mi primer día, una compañera me estuvo ayudando a manejar, por ejemplo, el teléfono, conocer las extensiones telefónicas de los compañeros… hasta que aprendí a controlarlo yo sola todo.
Ahora mismo estás tu sola en recepción.
Sí, estoy sola. Me dedico a atender a las personas y los paso digamos a mi despacho, como yo lo llamo, que es la recepción. Aquí ellos me explican el problema que tienen e intento siempre resolver sus dudas de la mejor manera posible. Es muy importante orientarlos sin confundirlos, es decir, que conozcamos los distintos pasos a seguir y que estemos formados para ello.
Estás totalmente preparada para ello, por lo que veo. Además tengo entendido que colaboras en más proyectos.
Pues sí. En principio mi compromiso como voluntaria en recepción son los martes y jueves por la mañana. También colaboro algunas veces en el proyecto Sin Hogar, en las duchas y desayunos, como lo conocemos aquí. Siempre le digo a mis compañeros que si necesitan mi ayuda para otros proyectos y en otros días de la semana que me avisen, y si estoy disponible acudo y colaboro sin problema.
Por lo que conozco, aquí los compañeros y voluntarios son muy amables y se prestan a ayudar en todo lo posible.
Cuando yo llegué, me acogieron muy bien y conecté mucho con todos los compañeros. Con los voluntarios exactamente lo mismo, coincidimos en reuniones y exponemos nuestras tareas realizadas, las dudas que van surgiendo y que hay que abordar. También hacemos una valoración entre todos los voluntarios y los demás trabajadores y compañeros. Todos me han dado las gracias por la labor que realizo en Cáritas, pero yo siempre contesto que Cáritas me ha aportado más a mí que yo a Cáritas.
¡Qué bonito Mari Carmen, qué sensación tan gratificante!
Es verdad, es que es así. Cuando termino de realizar mis tareas de voluntaria y vuelvo a casa, me voy con una satisfacción como de haber hecho algo bueno y de sentirme realizada con lo que hago. Por lo que me voy muy satisfecha y muy contenta.