El servicio de la caridad en la Diócesis se desarrolla principalmente a través de los Equipos de Cáritas parroquiales en colaboración con Cáritas Diocesana y en coordinación con los otros equipos de Cáritas de las parroquias del arciprestazgo, como signo de comunión y acciones conjuntas.
A través del equipo de Cáritas Parroquial, la Parroquia desarrolla, de manera prioritaria, las tareas de sensibilización, orientación, coordinación y realización de las obras de caridad que le es propia como comunidad cristiana.
El Equipo de Cáritas parroquial, como parte integrante de la comunidad parroquial, promueve y coordina la comunicación cristiana de bienes en todas sus formas y ayuda a la promoción humana y al desarrollo de las personas.
Los animadores en el territorio tienen como una de sus principales labores estar al servicio de las Cáritas Interparroquiales y Parroquiales. Sirven de nexo de unión entre las Cáritas con el fin de adoptar las líneas prioritarias de acción marcadas en la Diócesis. Son responsables de su acompañamiento y asesoramiento ante los obstáculos que pueden encontrar en la acción caritativa y social.